viernes, 30 de septiembre de 2011

La vida es sueño, y los sueños, sueños son.

Origen.
Los sueños, ¿son reales? Y la vida, ¿lo es también? Hubo un gran escritor que dijo que la vida es un sueño, y los sueños, sueños son. Así pues, es para empezar a cuestionarse si la realidad es real o no, y si los sueños no son más que sueños.
Quizá sea una dimensión con distintas fases que, llegado a un punto, entras en el limbo y ya no sales de allí. Es decir, la muerte.
Quizá es una forma de morir más apacible. La cuestión es, ¿cómo llegar a esa fase?

Ni la luna siquiera está siempre llena.

En la vida todo es subjetivo. TODO. Y todo tiene su razón. Lo que esta claro es que pocas cosas están claras. La muerte, ¿y qué más? Ni siquiera el origen de la vida está claro. Que si el Big Bang, que si Dios en siete días. Y, ¿cuándo? Dejo el trabajo de pensar en estas cosas a los verdaderos filósofos y demás.
Yo voy a concentrarme en las cosas pequeñas que componen mi vida, y que son directamente influyentes en ella.
Como por ejemplo, la responsabilidad de tener un perro. Pero eso ya lo reservo para otro día, ¡que la inspiración no es infinita!

Por una sonrisa un cielo.

El amor es fuerte, muy fuerte. Es el sentimiento más fuerte de todos. Derriba fronteras, enormes muros enteros, pero, ¿sabes qué mas hace? Da la fuerza necesaria para amar a una persona durante toda la vida. Y ni el odio más profundo, ni los obstáculos más firmes, ni las lágrimas más ácidas derramadas, ni las heridas imborrables del corazón, son capaces de apagar la llama del amor.