viernes, 27 de septiembre de 2013

Parar.

Parar de crecer
de ceder
de prender
de depender
de perder.

Parar de rogar
de pensar
de suspirar
de escapar
de atacar
de encajar.

Parar de pedir
de perseguir
de concluir
de huir.

Parar de parar.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Porque ya no estás, porque ya te has ido. Porque se aviva el recuerdo y se resiste el olvido.

sábado, 14 de septiembre de 2013

¿Por qué siempre escribimos sobre cómo nos sentimos? ¿Por qué no nos sale escribir sobre cosas más bonitas? Deberíamos escribir sobre los rayos de sol penetrando en la materia para transformarse en calor. Deberíamos escribir sobre el magestuoso arco iris que provoca la risa de cualquier niño risueño tras un espeluznante día de tormenta o de suave y dulce lluvia. Deberíamos escribir sobre las cariñosas caricias del señor viento. Deberíamos escribir sobre el mar.
Sí. Hablar del mar. De su imponente inmensidad, de su profunda belleza, de su furia los días de tormenta, de su eterno azul, de su nombre Libertad.
Deberíamos pararnos más de vez en cuando a observar esas magníficas gaviotas volando sobre olas de plata y azur buscando su ración diaria de comida. Deberíamos contemplar la vida bajo el mar, es un mundo totalmente distinto. Deberíamos admirar más a menudo toda esa naturaleza que habita en la madre Tierra. Grande, espeluznante, impresionante.

jueves, 12 de septiembre de 2013

No sé cuánto me quieres, si me mimas o me temes, si en este mundo mortal existe algo parecido al fuego que recorre mis venas cada vez que me miras.

Y mientras ella le dedicaba el baile más sensual que había visto nunca, él no podía imaginarse cuántas veces habia tenido que fingir esa sonrisa tan despierta.

martes, 10 de septiembre de 2013

Aquella noche la deseabas, maldito cabrón. Aquella noche le hiciste sentir la mujer más afortunada del mundo, sin excepción.
Pero esa es la desventaja de quererte. Tienes el peligroso poder de entrar en un corazón sin avisar y sin apenas esfuerzo.
Y calas muy hondo, cielo. Es difícil dejar huella en un corazón de mármol, pero tus palabras pudieron con ella y con su indestructible barrera de sentimientos disfrazados de indiferencia.

¿Sabes cuándo me siento yo infinita? Cuando me sumerjo en el mar y a lo lejos veo la eternidad mirándome con esos ojos color libertad.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Y es precioso, y es mágico, y fantástico y maravilloso, y no hace falta absolutamente nada más en el mundo cuando estamos en alguna parte del universo siendo, simplemente, y yo, en nuestra más pura y verdadera esencia, cuando no necesitamos que nadie más nos diga qué debemos ser, ni cómo nos debemos querer.

Ausente, se limita a mirar al cielo y escuchar el silencio de la noche mientras las estrellas luchan por brillar más que la luna, mientras el mar trata de alcanzarla reflejando su rostro sobre las olas manchadas de firmamento.

Cómo quieres que te olvide con el rayo de luna atravesando las rendijas de la persiana y las notas de esta canción susurrando tu nombre en el oído de mi subconsciente.

Él me escribía cartas y yo le hacía el amor.