Parar de crecer
de ceder
de prender
de depender
de perder.
Parar de rogar
de pensar
de suspirar
de escapar
de atacar
de encajar.
Parar de pedir
de perseguir
de concluir
de huir.
Parar de parar.
Parar de crecer
de ceder
de prender
de depender
de perder.
Parar de rogar
de pensar
de suspirar
de escapar
de atacar
de encajar.
Parar de pedir
de perseguir
de concluir
de huir.
Parar de parar.
¿Por qué siempre escribimos sobre cómo nos sentimos? ¿Por qué no nos sale escribir sobre cosas más bonitas? Deberíamos escribir sobre los rayos de sol penetrando en la materia para transformarse en calor. Deberíamos escribir sobre el magestuoso arco iris que provoca la risa de cualquier niño risueño tras un espeluznante día de tormenta o de suave y dulce lluvia. Deberíamos escribir sobre las cariñosas caricias del señor viento. Deberíamos escribir sobre el mar.
Sí. Hablar del mar. De su imponente inmensidad, de su profunda belleza, de su furia los días de tormenta, de su eterno azul, de su nombre Libertad.
Deberíamos pararnos más de vez en cuando a observar esas magníficas gaviotas volando sobre olas de plata y azur buscando su ración diaria de comida. Deberíamos contemplar la vida bajo el mar, es un mundo totalmente distinto. Deberíamos admirar más a menudo toda esa naturaleza que habita en la madre Tierra. Grande, espeluznante, impresionante.
Aquella noche la deseabas, maldito cabrón. Aquella noche le hiciste sentir la mujer más afortunada del mundo, sin excepción.
Pero esa es la desventaja de quererte. Tienes el peligroso poder de entrar en un corazón sin avisar y sin apenas esfuerzo.
Y calas muy hondo, cielo. Es difícil dejar huella en un corazón de mármol, pero tus palabras pudieron con ella y con su indestructible barrera de sentimientos disfrazados de indiferencia.
Y es precioso, y es mágico, y fantástico y maravilloso, y no hace falta absolutamente nada más en el mundo cuando estamos en alguna parte del universo siendo, simplemente, tú y yo, en nuestra más pura y verdadera esencia, cuando no necesitamos que nadie más nos diga qué debemos ser, ni cómo nos debemos querer.