viernes, 27 de diciembre de 2013

 ¿Y qué haces tú? Huir. Como una maldita fugitiva en busca de su utópica libertad. 
Cuando ya ni siquiera el amor está ahí para salvarte, cuando ya ni los rayos del sol logran proporcionarte calor, cuando no hay rosa ni mariposa que consiga una sonrisa de tus labios, entonces toda esperanza habrá muerto y tus pupilas se contraerán para no tener que ver nunca más la realidad.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Voy apagando cigarrillos por el mundo sin darme cuenta de que es su ceniza la que alimenta el fuego de mi alma.

martes, 12 de noviembre de 2013

Esta noche en tu piel
la luna quiere dormir
y en la comisura del labio
su luz viene a morir.

domingo, 10 de noviembre de 2013

Imagínate lo hermoso,
perfecto y armonioso
que sería
enamorarse de un poeta
y escribirle, a su vez,
unos versos que entre besos
reparen cada grieta.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Ojalá esa brisa de madrugada te susurre al oído con qué intensidad ansío que vengas aquí y me protejas del frío.

martes, 22 de octubre de 2013

Así, en silencio, dejo que mis pies me lleven a ti, a tu sonrisa. Presa de tu corazón, encadenada a tu pasión.
Sin prisa, no cometas otro error que te juegas el cielo.

lunes, 21 de octubre de 2013

sábado, 12 de octubre de 2013

Algún día
todos esos versos
cobrarán sentido.
Y mi deuda
pagaré con besos:
uno por latido.

martes, 8 de octubre de 2013

Por ti seré lluvia,
viento y mar.
Por ti seré llanto,
un suspirar.
Por ti seré las huellas de mis dedos
en tu espalda al dibujar.
Por ti seré algo más que una estrella
que se fuga al despertar.

viernes, 27 de septiembre de 2013

Parar.

Parar de crecer
de ceder
de prender
de depender
de perder.

Parar de rogar
de pensar
de suspirar
de escapar
de atacar
de encajar.

Parar de pedir
de perseguir
de concluir
de huir.

Parar de parar.

jueves, 19 de septiembre de 2013

Porque ya no estás, porque ya te has ido. Porque se aviva el recuerdo y se resiste el olvido.

sábado, 14 de septiembre de 2013

¿Por qué siempre escribimos sobre cómo nos sentimos? ¿Por qué no nos sale escribir sobre cosas más bonitas? Deberíamos escribir sobre los rayos de sol penetrando en la materia para transformarse en calor. Deberíamos escribir sobre el magestuoso arco iris que provoca la risa de cualquier niño risueño tras un espeluznante día de tormenta o de suave y dulce lluvia. Deberíamos escribir sobre las cariñosas caricias del señor viento. Deberíamos escribir sobre el mar.
Sí. Hablar del mar. De su imponente inmensidad, de su profunda belleza, de su furia los días de tormenta, de su eterno azul, de su nombre Libertad.
Deberíamos pararnos más de vez en cuando a observar esas magníficas gaviotas volando sobre olas de plata y azur buscando su ración diaria de comida. Deberíamos contemplar la vida bajo el mar, es un mundo totalmente distinto. Deberíamos admirar más a menudo toda esa naturaleza que habita en la madre Tierra. Grande, espeluznante, impresionante.

jueves, 12 de septiembre de 2013

No sé cuánto me quieres, si me mimas o me temes, si en este mundo mortal existe algo parecido al fuego que recorre mis venas cada vez que me miras.

Y mientras ella le dedicaba el baile más sensual que había visto nunca, él no podía imaginarse cuántas veces habia tenido que fingir esa sonrisa tan despierta.

martes, 10 de septiembre de 2013

Aquella noche la deseabas, maldito cabrón. Aquella noche le hiciste sentir la mujer más afortunada del mundo, sin excepción.
Pero esa es la desventaja de quererte. Tienes el peligroso poder de entrar en un corazón sin avisar y sin apenas esfuerzo.
Y calas muy hondo, cielo. Es difícil dejar huella en un corazón de mármol, pero tus palabras pudieron con ella y con su indestructible barrera de sentimientos disfrazados de indiferencia.

¿Sabes cuándo me siento yo infinita? Cuando me sumerjo en el mar y a lo lejos veo la eternidad mirándome con esos ojos color libertad.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Y es precioso, y es mágico, y fantástico y maravilloso, y no hace falta absolutamente nada más en el mundo cuando estamos en alguna parte del universo siendo, simplemente, y yo, en nuestra más pura y verdadera esencia, cuando no necesitamos que nadie más nos diga qué debemos ser, ni cómo nos debemos querer.

Ausente, se limita a mirar al cielo y escuchar el silencio de la noche mientras las estrellas luchan por brillar más que la luna, mientras el mar trata de alcanzarla reflejando su rostro sobre las olas manchadas de firmamento.

Cómo quieres que te olvide con el rayo de luna atravesando las rendijas de la persiana y las notas de esta canción susurrando tu nombre en el oído de mi subconsciente.

Él me escribía cartas y yo le hacía el amor.

sábado, 11 de mayo de 2013

Seize the day.

Menos es nada y nada es lo que tengo, y me arrepiento. Vivir a mi manera, cada instante intenso, creando nostalgia en mi más profundo interior, persiguiendo sombras que parecían sueños, soñando cosas que parecían posibles. Carpe diem, dijeron los cultos. Un momento de locura equivale a un recuerdo eterno gracias al cual podrás decir un día que fuiste feliz. Porque cada día cuenta.

miércoles, 13 de marzo de 2013

My star.

Hay una estrella allí arriba, en lo más alto del cielo. Parece que lleva tu nombre, aunque no consigo verla bien. En cualquier caso, cada noche decide salir a la luz de la luna para traer consigo un recuerdo del brillo de tu mirada en aquellas tardes de verano, o en aquellas noches de invierno que compartimos con el frío. Al principio siempre me provocan una sonrisa, hasta que tu recuerdo se convierte en espinas que me arañan el corazón, porque te echo de menos, porque es invierno, hace frío y una noche más tú no estás a mi lado.
Pero aun así, cada noche me asomo a la ventana a contemplar ese brillo embriagador que, aunque no sea el verdadero de tu mirada, es un comodín que sirve de apoyo durante las frías noches en las que tus abrazos no pueden darme calor. Es entonces cuando te siento más cerca, y me atrevo a decir que hasta veo a la estrella parpadearme una señal.

miércoles, 9 de enero de 2013

Untitled.

El otro día iba andando por la calle tan tranquila cuando de repente sentí una presencia extraña y desconocida detrás de mí. Al principio no me asusté, pensé que en cualquiera de las siguientes bocacalles giraría, pero tras andar un buen trecho descubrí que no era así, no dejaba de seguirme, lo cual empezaba a incomodarme. No tardé en estallar de los nervios y empezar a correr mientras pensaba en aquella patética situación. ¡Y esa maldita esencia no desistía! ¿Qué diablos quería? Iba a mi ritmo, ni más lento ni más rápido, como si solo pretendiera acompañarme. Yo aceleraba y lo hacía 'ella'. Yo frenaba y 'ella' me imitaba.
Estaba empezando a cansarme, así que me mentalicé de que no podía pasarme nada malo si no me había pasado ya, y a la vuelta de la esquina paré. Respiré hondo, tranquilizándome a mí misma y a mi agitada respiración. 'Ella' también había parado.
Fui girándome poco a poco con los ojos cerrados, primero el tronco y, por último, la cabeza. Miré inquieta a todas partes. Nadie. No había absolutamente nadie. Solamente había oscuridad y farolas tratando de reemplazar la luz del sol. Todo parecía haber sido producto de mi imaginación, pero cuando por inercia di un paso atrás, vi algo moverse en el suelo. Fue entonces cuando me di cuenta de que lo único que había estado sintiendo todo ese tiempo y lo único de lo que me había asustado era mi propia sombra.