domingo, 30 de septiembre de 2012

Bulletproof.

¿Cuántas veces lo  intentásteis?
¿Cuántas veces fracasásteis?
En el juego del amor
nunca hay ganador,
sea por un triste final,
o bien por condición mortal.

Tantos recuerdos enmarcados
en un cuadro de metal,
tantas sonrisas perdidas
en mil malas jugadas,
tantas mentiras metidas
en un corazón de cristal.

Toda la vida por delante
y un mal sabor por detrás,
momentos que no deberían ser
más que sueños en la mente,
y si en pesadilla se convierte
ni los vuelvas a pensar.

Podía jurar por entonces
que hasta el séptimo cielo
tus besos le hacían volar,
y tus caricias, a veces,
tus palabras, tu aliento,
lágrimas le hacían soltar.

Hay muchos recuerdos, además,
que debería estar prohibido recordar:
algunos por exceso de dolor,
otros por escasa veracidad.
Sin embargo hay otros
que emanaban perfección.

Sé que la vida, en desgracia,
no es un cuento de hadas,
y que el príncipe azul no existe.
También sé que su alma
no está hecha a prueba de balas
y que el daño se lo hiciste.

Érais demasiado jóvenes,
tú buscabas en la cama
un juguete al que usar.
Ella buscaba un hombre
que tan solo con el nombre
su pasado le hiciera olvidar.

Y vuestro plan resultó,
cada uno ganó lo suyo.
Perfecto no fue, por supuesto,
un pequeño detalle falló:
en ella dejaste una huella,
una herida sangrando dolor.

1 comentario: