sábado, 9 de mayo de 2015

Dimensiones

Esta noche he soñado una cosa muy común, con gente que conozco, en lugares cotidianos y normales en el mundo del subconsciente. Sin embargo, esta noche había algo más que probablemente ya había presenciado en sueños pero jamás me paré a pensar en ello.
Me encontraba en una especie de bar-sitio de tatuajes con una chica que al parecer conocía, pero luego no. Lo he escrito con ese guión porque, realmente, el sitio oscilaba entre esas identidades a medida que avanzaba el sueño.
Allí la chica me enseñó una carpeta con diseños de tatuajes y me habló de lo buena que era la tinta que ella tenía. Tras prepararlo todo, estaba a punto de hacerme un tatuaje cuando apareció mi padre, o alguien que se parecía a mi padre fingiendo ser él, y le dijo a la chica que se olvidara de eso. Yo lo miraba y pensaba: “mierda, es que no les pedí permiso”. Y al girar el rostro hacia la chica pude ver como la aguja, la tinta y la mesa de tatuajes se volatilizaban y convertían en polvo, y ese polvo se materializó después en una copa de alcohol y una barra de bar. 
En el sueño no me sorprendió, el subconsciente hace cosas inimaginables; pero, ¿y si fuera esa otra dimensión que nuestra mente consciente no es capaz de ver, pero que está ahí? Al fin y al cabo, nuestro subconsciente es capaz de verlo y crearlo, pero nuestros sentidos son incapaces de captarlo. ¿Es, pues, nuestra conciencia un mero punto de vista más en el universo de las dimensiones? 

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