viernes, 7 de octubre de 2011

En la profundidad te quedarás vacío.

Un entrenamiento de la hostia, no sé si para las demás también, o ha sido al contrario, pero para mí ha sido el mejor entrenamiento del año y un mes que llevo entrenando; y no por los ejercicios, ni por las risas; sino por mi esfuerzo, que hasta yo lo he notado.
No hay nada mejor que eso, para desahogarte, desestresarte, y recuperar el buen humor.
Además de ver dos tíos buenos en el bus, que tu perro salga a recibirte a la puerta, encontrarte a tu padre de camino a casa, y saber que es viernes y que empieza el fin de semana, espero, cargado de buenos ratos.
En resumen, un fin de semana después de un buen entreno es el mejor remedio para la depresión post-vacacional, ya tardía.

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