jueves, 13 de octubre de 2011

¡Que ardan los recuerdos!

¿Te sientes frustrado, cansado, amargado, confundido, impotente o deprimido? Entonces, coge tus recuerdos más terribles, más tristes, más frustrantes, más amargos y dolorosos, escríbelos en un papel, y no temas; ¡quémalo! Si lo último que quieres hacer es escribir, entonces tan sólo busca cosas, objetos, que te traigan recuerdos así, y lo mismo, ¡quémalos! No los olvidarás, ni se curará tu corazón, pero si que te quitarás de encima un peso pesado, y te llevarás contigo el haber pasado un buen rato.
A partir da ahí, a empezar de nuevo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario